sábado, 4 de julio de 2015

El mundo de los clubes de fans (extracto)

La socióloga Paula Cuestas, en su tesis de grado, estudió los comportamientos de los fanáticos de Harry Potter. En su trabajo etnográfico pudo comprobar que existen dos tipos diferentes de apasionados. Algunos tienen un fanatismo previo, y otros lo desarrollan una vez que se unen a un grupo que los representa: “los líderes suelen ser aquellos que traían el fanatismo previamente” dice la socióloga; “el resto retroalimenta su pasión a partir de los lazos que generan en el grupo”.

Para escribir “El Hobbit” y “El señor de los anillos”, Tolkien imaginó un mundo: Creó personajes, paisajes y hasta un idioma. Lo que nunca pudo imaginar el escritor fue que en La Plata iba a existir un grupo en donde sus fanáticos se disfrazan de “elfos” y cocinan los platos de sus libros, y que hasta exista una traductora del idioma que se habla en las novelas. Todo eso pasa en el grupo de Tolkien fanáticos de La Plata.


El psicólogo Alfonso Carmona explica las necesidades de las personas de juntarse entre pares: “todo ser humano es en principio un ser social” dice el psicólogo; “necesita de los grupos de pertenencia para, precisamente, pertenecer a algo del mundo, ser parte del mundo” agrega. En los grupos de pertenencia existen pensamientos compartidos, sentimientos, emociones y experiencias similares, “se lo denomina “sentimiento común” o “sentimiento colectivo” dice Carmona.


Nicolás Fleming, 33 años, analista en sistemas y estudiante de historia, es uno de los fundadores de “Smial I-Telpë”, la filial de fanáticos de Tolkien en La Plata. Para él, no es un club de fans, sino más bien una asociación literaria. Desde 2001 se reúnen mensualmente para debatir sobre las obras, compartir opiniones y diferentes puntos de vista: “Escuchar diferentes interpretaciones es una manera de enriquecer la lectura” dice Nicolás.


LA NOCHE DE LOS BARDOS


Pero la cosa no queda ahí. También realizan eventos donde tratan de reproducir todo lo que pasa en el fantástico mundo de Tolkien. En lo que denominan “la noche de los Bardos” realizan un fogón, preparan lemba -el pan de los elfos- leen cuentos y tocan canciones de las obras de Tolkien: “Led Zeppelin tiene muchas canciones inspiradas en él” dice Nicolás. Las veces que se disfrazan, Nicolás Fleming suele hacerlo con el traje de “Mago Azul”: uno de los buenos que, en el universo ficticio de Tolkien, es enviado a la Tierra Media para ayudar a todos los pueblos libres en su lucha contra las huestes de Sauron. Para ello, apenas necesita una capa azul: grandote, barbudo y con pelo largo, Fleming parece sacado de alguno de los libros de Tolkien.


Carmona explica esta excentricidad: “a medida que uno va perteneciendo a ciertos grupos, se va identificando con ciertas insignias: la casaca del club de fútbol, el domingo de shopping, la cara del Che. Esta “identificación” va a ser para Freud algo fundamental para pensar el fenómeno del fanatismo. ¿Qué es identificarse? Tomar, copiar o imitar algo perteneciente al otro, hacerlo propio, hacerlo carne en uno mismo” dice Carmona.


En el afán de compartir sus preferencias literarias, y de sumar adeptos al club, los fanáticos de Tolkien de La Plata una vez al año realizan un evento público donde le muestran a la sociedad todo lo que sucede detrás de la obra del autor: “armamos stands de comidas, artesanías propias de los Hobbits y compartimos cuentos” dice Nicolás. Durante el auge de las películas de “El señor de los Anillos” llegaron a ser setenta miembros; hoy son quince, aunque bien organizados: realizan elecciones anuales para renovar las autoridades. En los papeles, Nicolás es vicepresidente.




Fuente: http://www.eldia.com/informacion-general/el-mundo-de-los-clubes-de-fans-67825