La socióloga Paula Cuestas, en su tesis de
grado, estudió los comportamientos de los fanáticos de Harry Potter. En
su trabajo etnográfico pudo comprobar que existen dos tipos diferentes
de apasionados. Algunos tienen un fanatismo previo, y otros lo
desarrollan una vez que se unen a un grupo que los representa: “los
líderes suelen ser aquellos que traían el fanatismo previamente” dice la
socióloga; “el resto retroalimenta su pasión a partir de los lazos que
generan en el grupo”.
Para escribir “El Hobbit” y “El señor de los
anillos”, Tolkien imaginó un mundo: Creó personajes, paisajes y hasta un
idioma. Lo que nunca pudo imaginar el escritor fue que en La Plata iba a
existir un grupo en donde sus fanáticos se disfrazan de “elfos” y
cocinan los platos de sus libros, y que hasta exista una traductora del
idioma que se habla en las novelas. Todo eso pasa en el grupo de Tolkien
fanáticos de La Plata.
El psicólogo Alfonso Carmona explica las
necesidades de las personas de juntarse entre pares: “todo ser humano es
en principio un ser social” dice el psicólogo; “necesita de los grupos
de pertenencia para, precisamente, pertenecer a algo del mundo, ser
parte del mundo” agrega. En los grupos de pertenencia existen
pensamientos compartidos, sentimientos, emociones y experiencias
similares, “se lo denomina “sentimiento común” o “sentimiento colectivo”
dice Carmona.
Nicolás Fleming, 33 años, analista en
sistemas y estudiante de historia, es uno de los fundadores de “Smial
I-Telpë”, la filial de fanáticos de Tolkien en La Plata. Para él, no es
un club de fans, sino más bien una asociación literaria. Desde 2001 se
reúnen mensualmente para debatir sobre las obras, compartir opiniones y
diferentes puntos de vista: “Escuchar diferentes interpretaciones es una
manera de enriquecer la lectura” dice Nicolás.
LA NOCHE DE LOS BARDOS
Pero la cosa no queda ahí. También realizan
eventos donde tratan de reproducir todo lo que pasa en el fantástico
mundo de Tolkien. En lo que denominan “la noche de los Bardos” realizan
un fogón, preparan lemba -el pan de los elfos- leen cuentos y tocan
canciones de las obras de Tolkien: “Led Zeppelin tiene muchas canciones
inspiradas en él” dice Nicolás. Las veces que se disfrazan, Nicolás
Fleming suele hacerlo con el traje de “Mago Azul”: uno de los buenos
que, en el universo ficticio de Tolkien, es enviado a la Tierra Media
para ayudar a todos los pueblos libres en su lucha contra las huestes de
Sauron. Para ello, apenas necesita una capa azul: grandote, barbudo y
con pelo largo, Fleming parece sacado de alguno de los libros de
Tolkien.
Carmona explica esta excentricidad: “a medida
que uno va perteneciendo a ciertos grupos, se va identificando con
ciertas insignias: la casaca del club de fútbol, el domingo de shopping,
la cara del Che. Esta “identificación” va a ser para Freud algo
fundamental para pensar el fenómeno del fanatismo. ¿Qué es
identificarse? Tomar, copiar o imitar algo perteneciente al otro,
hacerlo propio, hacerlo carne en uno mismo” dice Carmona.
En el afán de compartir sus preferencias
literarias, y de sumar adeptos al club, los fanáticos de Tolkien de La
Plata una vez al año realizan un evento público donde le muestran a la
sociedad todo lo que sucede detrás de la obra del autor: “armamos stands
de comidas, artesanías propias de los Hobbits y compartimos cuentos”
dice Nicolás. Durante el auge de las películas de “El señor de los
Anillos” llegaron a ser setenta miembros; hoy son quince, aunque bien
organizados: realizan elecciones anuales para renovar las autoridades.
En los papeles, Nicolás es vicepresidente.
Fuente: http://www.eldia.com/informacion-general/el-mundo-de-los-clubes-de-fans-67825
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